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¿Dónde comprar directo al productor orgánico en Cundinamarca?

comprar directo al productor orgánico

Comprar fresco y local se ha convertido en la consigna de varias personas en el país. Especialmente luego de pasar por una pandemia que trajo dificultades de todo tipo, en diferentes sectores. Pero aunque sabemos que hay productores y productoras a lo largo y ancho de Colombia, no siempre resulta sencillo encontrar cómo llegar a estas personas y sus deliciosos alimentos. Para este fin existen diferentes maneras de comprar directamente a productores orgánicos, existen mercados específicos (como los mercados orgánicos), aplicaciones, sitios web y en nuestro caso, el contacto directo a través de redes sociales.

¿Cómo es posible que se importe leche o alimentos que se producen en nuestro país?, ¿cómo es posible que la persona que produce el alimento sea la menos beneficiada en toda la cadena de producción? Estas y otras preguntas continúan siendo factores decisivos a la hora de hacer el mercado y por eso más personas buscan la forma de comprar directamente a productores locales, eliminado intermediaciones y priorizando el trabajo nacional.

Sin embargo, no siempre es tan sencillo comprar directamente a los productores por varias razones, por ejemplo: “o cultivo o comercializo”, hemos escuchado en algunos colegas. Y con esto se refieren a que hay varios trabajos. La sola producción de alimentos es uno solo, que demanda tiempo y conocimientos específicos; de otro lado, establecer un canal de comunicación con consumidores, es otro trabajo totalmente diferente, que requiere otros conocimientos y habilidades, que en la mayoría de los casos, no son el fuerte de las personas productoras de alimentos.

Por ejemplo, tener una tienda o una carpa en un mercado, involucra un trabajo logístico específico o algún tipo de inversión. Sentarse a atender todo el día, implica no estar en el campo produciendo; pagarle a otra persona para que atienda, implica otro tipo de gasto .(De hecho en la mayoría de los casos deben pagar por estar en un mercado orgánico).

Pero en cambio, si es digital también sucede algo similar o incluso más excluyente, porque no todos los productores cuentan con acceso a Internet, no tienen los conocimientos o las herramientas específicas para desarrollar un comercio electrónico. Y si bien es cierto que se han desarrollado diferentes iniciativas para hacer formación en estos temas, pero suceden cosas similares: algunos productores no tienen el tiempo para dedicarse a estudiar o no tienen acceso a estas plataformas educativas.

Es por esto que comienzan a surgir plataformas que buscan solucionar estos problemas, de cara a productores que por una u otra razón no pueden desarrollar un proceso de venta; y a las personas consumidoras, que quieren comprarles directamente a quienes producen los alimentos. Uno de los ejemplos más destacados es Compro Agro, la plataforma para comprarle directamente a los agricultores, desarrollada por dos hermanos (en ese entonces niños), eliminando a los intermediarios. Así existen otras plataformas como Ofercampo, Agromarket, Plaza en vivo, entre otras iniciativas a un clic. Y adicionalmente existen cuentas en redes sociales que se encargan de visibilizar a productores como Soy Campesino.

Aquí puedes comprar directo a los productores orgánicos de Tenjo y Tabio (Cundinamarca)

En el caso de la Huerta Don Iván la oferta reúne productos de más de 20 aliados locales, la mayoría de ellos y ellas no tienen o no saben cómo visibilizar sus productos (no saben manejar un teléfono móvil o no tienen el tiempo para estar publicado en redes sociales); en otros casos, no tiene cómo asegurar el transporte de los productos a otras ciudades y municipios. La Huerta Don Iván respeta el valor de los productos de cada productor y les facilita un canal de visibilización, así como la comercialización y su logística de entrega.

Y en todos los casos, se trata de pequeños productores orgánicos, esto es sumamente importante para comprender la comercialización o del acceso a ciertas dinámicas, al no producir en enormes cantidades no siempre es fácil acceder a espacios de comercialización como almacenes o mercados orgánicos (que requieren una base mínima de productos); por la naturaleza de los productos (orgánicos) su ciclo de vida es considerablemente más corto en algunos casos y por eso no es posible tener almacenadas bastas cantidades.

Además, volviendo al inicio, las personas consumidoras buscan alimentos frescos. Para asegurarnos que estén lo más frescos posibles hacemos los envíos el día siguiente de la cosecha (Aquí te contamos cómo funciona la Huerta Don Iván). Te ofrecemos hortalizas, frutas, conservas, aceites, salsas, aromáticas, huevos, lácteos (de cabra) y semillas, entre otros productos. Todos, trabajados por productores locales, de Tenjo y Tabio (Cundinamarca).

Para 2022 esperamos fortalecer nuestra red de productores, ya que fuimos , proyecto que fortalecerá los encadenamientos comerciales efectivos, así como las capacidades técnicas y organizacionales. Con seguridad, de aquí saldrán más opciones para comprar directamente a más productores orgánicos de Cundinamarca.

agricultura organica

¿Qué son los alimentos orgánicos?

Los hábitos de producción y consumo de alimentos continúan en movimiento como la vida misma. Luego de más de un año de altibajos y una crisis de salud pública sin precedentes, como lo es la pandemia de Cóvid-19, el interés hacia una vida más sana se fortaleció como un objetivo por alcanzar.

Si bien nos han enseñado que las frutas y verduras son los alimentos más nutritivos y saludables que puede haber, hay diferentes tipos de frutas y verduras, porque no todo alimento natural es necesariamente orgánico. Los procesos de cómo han sido cultivadas y procesadas afectan totalmente en sus repercusiones, es por eso que llegamos a los alimentos orgánicos.

Alimento orgánico

Se trata de cualquier alimento que se haya producido sin usar fertilizantes químicos para aumentar su crecimiento, pesticidas que eliminen las plagas (insectos, bacterias u otros seres vivos), o conservantes que aseguren una mayor duración.

Las prácticas agrícolas orgánicas no son nuevas, por el contrario, se remontan a la agricultura ancestral, como cultivaban las comunidades originarías, antes de la llegada de los suministros químicos. Estas prácticas se han retomando por diferentes razones, como;

  • Consumir alimentos libres de químicos perjudiciales para la salud.
  • Mejorar y respetar el suelo, la tierra.
  • Reducir los impactos medioambientales de la agricultura convencional y promover ciclos de recursos autosostenibles, reduciendo el consumo de agua (por ejemplo).
  • Para rescatar las semillas naturales y originarias. Los alimentos orgánicos no son producto de plantas ni semillas transgénicas.

Sin embargo, también existen ‘productos orgánicos’, que pueden salirse de la clasificación de alimentos, como pueden serlo los tintes o colorantes naturales, por ejemplo. La etiqueta de producto orgánico se refiere a productos libres de pesticidas, fungicidas, plaguicidas, fertilizantes sintéticos y cualquier químico o tóxico que afecte la salud (tanto de las personas, las plantas, los animales o el suelo mismo).

Agricultura orgánica: Una apuesta saludable y responsable

Ante la pregunta de si son más saludables los alimentos orgánicos que los producidos convencionalmente, el debate es amplio. Hay diversos estudios que demuestran pocas diferencias, desde la salud. Sin embargo, la agricultura orgánica es una puesta que involucra más dimensiones, como la económica, cultural, social y ambiental.

De acuerdo con la FAO, la agricultura orgánica es un método que evita el uso de insumos, como fertilizantes y plaguicidas sintéticos (se usan fertilizantes naturales y orgánicos), semillas y especies modificadas genéticamente, conservantes o aditivos alimenticios para reducir las repercusiones ambientales y sociales de la producción de alimentos.

Las razones, los beneficios, de promover la producción de alimentos orgánicos responden a varios frentes.

Por un lado está la salud, tanto de las personas consumidoras como de las productoras; también están los beneficios sociales y culturales, ya que se hace educación a través de este tipo de agricultura y permite la integración de diferentes tipos de personas, además del rescate de semillas ancestrales (como las papas pepinas, los cubios y otros); están los beneficios económicos, y en el caso de la Huerta Don Iván se extiende también a sus más de 20 aliados, pequeños productores rurales; y claramente, la motivación medioambiental es una de las más importantes, tanto en la gestión de recursos, como el agua o la tierra misma, el aumento de la masa verde o la producción de oxígeno.

Adicionalmente, en la posproducción se agregan otros factores como la reutilización y el reciclaje de elementos como el cartón y los envases de vidrio.

Se trata de una apuesta de economía circular desde la cual se busca reducir, reutilizar, reparar (el medioambiente), rediseñar (productos y servicios), renovar, recuperar (materias primas) y por último, reciclar, tanto como sea posible (Las 7 erres de consumidores y productores ecológicos).

¿Qué tipos de alimentos orgánicos hay?

Pueden ser frutas, verduras, hortalizas, aromáticas, especias, cereales, semillas, aceites, lácteos y sus respectivos derivados como frutas secas, deshidratados, pulpas, o conservas, solo por mencionar algunos.

En la huerta nos hace felices nuestro trabajo

Para todo el mundo, o la mayoría al menos, 2020 fue un año retador. Vivimos muchas cosas, perdimos familiares, amigos y conocidos; también empleos y en definitiva, cambio la forma en la que hacíamos nuestras principales actividades. Pero los cambios no son necesariamente negativos y en la Huerta Don Iván encontramos una alternativa sostenible. 

En mayo de 2020 iniciamos nuestra actividad digital a través de Instagram, y un año después, si bien técnicamente no somos un comercio en línea (no tenemos una tienda virtual), toda nuestra operación ha dependido en buena parte del ecosistema digital, pero sustancialmente del factor humano y sus cualidades únicas. Nos fortalecimos al trabajar en red, hemos encontrado aliados vitales en este recorrido y a diario estamos en una conexión real con nuestros clientes.


Inicialmente vendíamos solo los productos de nuestra huerta (hortalizas, aromáticas frescas y algunas frutas) pero nuestros amigos comenzaron a ver que estábamos teniendo mejores resultados, respecto a la venta del mercado físico, entonces comenzaron a preguntarnos si podíamos agregar sus productos. ¡Claro que sí! Las únicas condiciones han sido: trabajar productos libres de químicos, cumplimiento y buena onda.


Hoy trabajamos con más de 20 pequeños productores y productoras de Tenjo y Tabio (Cundinamarca), entre emprendedores familiares (como Conservas Siloé), jóvenes emprendedores, adultos mayores, familias del campo, familias que –como nosotros–renunciaron a todo lo demás y se dedicaron de cabeza y corazón a este trabajo, mujeres rurales (como las que conforman Asoquinua), entre otros. Continuamente vamos haciendo nuevas alianzas, y conociendo personas increíbles, siempre buscando diversificar la oferta y fortalecer nuestra red de productores rurales.

Nos enfocamos en  las alianzas con propuestas alineadas a nuestro propósito, que comer saludable no sea un lujo, que la producción y el consumo sean responsables. Aunque no hemos podido eliminar el plástico en su totalidad, seguimos en ese camino, por eso reducimos, reutilizamos y reciclamos frascos y cajas, le apostamos a la economía circular.

¿Cómo vamos en 2021? ¿Qué hemos aprendido?

Han sido varios los pasos que hemos dado, por ejemplo, ya tenemos página web (gracias a iNNpulsa), hemos pasado por diferentes ciclos de formación (como Vende en Línea del Ministerio TIC), hacemos parte del directorio ‘Ya estoy On Line’ .

Tenemos una oferta de más de 150 productos entre frutas, hortalizas, aromáticas orgánicas (con derivados como pulpas y deshidratados); mermeladas, carnes vegetarianas, huevos de campo; productos caseros como salas, conservas, dulces y ajíes; también leche de cabra (del aprisco La Marqueza) y ofrecemos materiales y asesorías para armar huertas en casa. Incluso, mezclamos el arte, con materas hechas a mano e incluso, con dibujos de las hortalizad, e incluso incursionamos con producción audiovisual.

La Huerta Don Iván, más que un negocio, ha sido una apuesta de vida. Nos dio un propósito en medio de un año difícil, nos unió a más personas, nos permite apoyar la economía local, incluso a generar empleos estacionarios, nos da una oportunidad para educar, crear conciencia sobre el medioambiente y la alimentación saludable.

Y algo que definitivamente nos nos hace muy felices es la fidelización, nuestros clientes son recurrentes, creamos un vínculo, les consentimos (bien sea con servicio o con ñapas que a veces llegan en sus cajas), y nos han apoyado de una manera increíble (incluso cuando cerramos por cóvid-19).

Todos los días nos levantamos a trabajar en casa, sumamente motivados. Además del trabajo físico en la huerta (sembrar, cosechar, regar, desyerbar, fumigar), hay toda una logística administrativa y comercial. Aquí los lunes no se sufren, se disfrutan. Es el día de cosechar y de acopiar, es sumamente pesado física y logísticamente, pero nos encanta. El martes es el día más pesado de la semana, pero el de mayor satisfacción, porque es cuando entregamos los mercados puerta a puerta, quisiéramos quedarnos a hacer visita con todos, pero el tiempo no da.

Esta no fue una apuesta de “mientras tanto”, ha sido la apuesta de vida que varias personas hemos tomado. Nos hace felices, vemos como a nuestros aliados y clientes también les hace felices.